
La tercera característica de las personas resilientes es la flexibilidad.
Es la capacidad de adaptarnos a los cambios.
La flexibilidad es lo contrario a la rigidez.
Una forma fundamental para potenciar nuestra flexibilidad mental es no pensado en términos absolutos. Es decir, dejar a un lado los extremos. Nada es blanco o negro, o conmigo o contra mí. En todo existen matices.
Así que no catalogemos las situaciones cómo buenas o malas, son las que son y vamos paso a paso adaptándonos a ellas para sacar nuestra fortaleza interior.

Licenciada en Psicología clínica y experta en Psicopatología y Salud. Especializada en psicooncología y en atención en la enfermedad crónica y aguda.
Colaboradora de la Facultad de Psicología de la Uned.
Realiza talleres para los familiares de pacientes dependientes para el Ayuntamiento de Cádiz, continuando con los de estimulación cognitiva para las personas de mayor edad en la UDP Unión Democrática de Pensionistas y distintos talleres de deshabituación tabáquica y los de salud sexual para enfermos crónicos a través de la Escuela de Pacientes.
Pertenece al grupo de trabajo de Psicooncología del cop de Cádiz. Soy miembro de la SEPO.
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